
lo del clavo que saca otro clavo es cualquiera.
ni todo el banco de suplentes lleno gritando para entrar hubiese logrado quitármelo de la cabeza.
lime de sábado a la noche.
intentando convencerme de que ir a la casa a tocarle el timbre y escupir toda la verborragia acumulada en estos últimos días (semanas) no era una buena idea.
mientras limaba,
intentaba convencer al "otro" de que estaba ahí y no sumergida en mis mambos.
mentira que era fácilmente detectable.
otra semana más que termina, y otra más que empieza.
y las cosas no cambian, en un sentido literal.
los hechos se suman,
las palabras restan tiempo,
y los sueños quedan consumidos en un "quizá".
demasiado miedo, poca determinación.
es otro domingo más que reemplazo el "quiero" por el "debería".
y así me callo.
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