martes, 4 de mayo de 2010

ellas.

hoy es uno de esos días en los cuales amaría tener pito.
si, pito.

no, no estoy indispuesta,
pero sin dudarlo cambiaría mi órgano sexual femenino por otro opuesto,
y por supuesto, colgante.

el pito te da cierta inmunidad.
inmunidad ante la histeria en ciertos àmbitos de la vida que lamentablemente..
"la flor" no otorga.

el pito creo que está programado para no hacerse tanto lío con cosas fáciles de resolver...
¿será la simpleza de su anatomía?
creo que estéticamente podemos afirmar que está lejos de ser agradable..
pero nadie podría cuestionar la poca complejidad que su uso requiere.

creo que los hombres logran mutar la sencillez de la cuestión a sus relaciones.
no, no digo todas..
está más que claro, (en variosss posts) que hombres histéricos y vuelteros sobran.

si, también hay mujeres histéricas, vuelteras...
pero creo que la diferencia recae en el hecho de que en nuestro caso,
la histeria se refleja en todos los ámbitos de nuestras vidas..
en todos los terrenos por igual,
pudiendo así descartar la exclusivdad que supone "ese trato con el sexo opuesto".

entonces,
días como hoy,
conclusiones de 24 hs que resumen semanas de "nada",
es que me gustaría agarrar a mis amigas,
una por una,
y samarrearla.

en algunos casos un poco más fuerte que al resto.
pero a todas en fín,
para evitar los celos.

no son muchas.
son poquitas.
son pocas,
las necesarias...

con un dos ambientes en la costa nos arreglamos.
somos pares para viajar en micro,
ninguna se tendría que sentar en el colectivo con un desconocido.

y yo,
no debería sentirme sola como lo hago.

hace un rato lo chateaba con una de ellas.
la samarré virtualmente,
no quita lo otro,
cuándo nos veamos no se salva.

nos dejamos de ver,
nos dejamos de frecuentar,
nos dejamos de asistir.

nuestras amistades (ahora hablo en general)
se basan en conversaciones de gtalk, msn, y de café.
todo empieza con una pregunta: ¿qué es de tu vida?


qué?
perdón, no te escuché.
quiero creer que no somos dos desconocidas pidiendo un "parte social".

facultad, trabajo, novio, o ... no poder aceptar que las cosas cambian.
no por eso para mejor ni peor, sino que mutan... teniéndonos que adaptar a ello,
preservando nuestros espacios en común pero no por eso negando...
o excluyendo, aquello que se nos presenta como nuevo.

¿cuándo nos volvemos tan complicadas?
¿cuándo nos volvemos tan celosas?
¿o tan poco efectivas a la hora de equilibrar nuestra vida?

es un error de ellas, es un error mio.
es la imposibilidad que tienen para encontrar un espacio por fuera de sus noviazgos,
y la indiferencia en la que se transforma la incapacidad de hablar las cosas,
a su debido tiempo,
en su debido lugar.

acumulamos,
para almacenar rencores..
y cosechar resentimiento.

las extraño.
extraño nuestras salidas,
extraño nuestros momentos,
extraño nuestros espacios.

no pretendo exclusividad,
pero me gustaría...
me encantaría..
que nuestra amistad no quedara relegada al último lugar.

que no quede sepultada en un montón de excusas y diálogos no pronunciados.