lunes, 18 de octubre de 2010

RRR

¿cuán pesada es mi maleta?


si de repente pasara a mejor vida y tuviesen que donar/regalar/tirar/reubicar mis pertenencias
¿eso llevaría mucho tiempo?
¿cuán molesto sería para los que quedan?

hace varios meses atrás,
aunque no recuerdo si ya había escrito al respecto,
acompañé a mi señora madre a vaciar el departamento de mi abuela, porque lo iban a poner en alquiler.

mi abuela no estaba en lo que iba a ser su peor estadío pero sin embargo era obvio que no iba a regresar a su casa. no podía.

un 4 ambientes para una persona,
decorado con muebles que fueron sobreviviendo malas épocas y varias mudanzas...
y con detalles que datan de los años dorados.

nunca me había detenido a ver aquellas cuestiones que se iban a hacer más obvias aún con la "apertura" del primer placard.
con cada puerta que corríamos para proseguir con la limpieza, sacábamos toneladas (sin exagerar) de bolsas plásticas que contenían fragmentos de deseos no cumplidos y sueños no realizados.

lana para tejer en invierno,
blusas para las fiestas,
vajilla para ocasiones especiales.
todo un armamento reservado para un mañana que se postergó toda una vida.

decir que no tengo pertenencias sería mentir despiadadamente,
pero con los cambios de hogar que pasé estos tres últimos años,
intenté adquirir con la misma proporción que "dejaba ir".

intenté ir liviana de equipaje,
no cediendo espacio a los cementerios del recuerdo,
sino más bien ganando terreno para el presente.

los "para cuándo este más delgada",
y "quizá se vuelva a usar",
no son coartadas para el desapego...
en cuanto me encuentro esbozando alguna excusa similar,
reacciono como quién se da cuenta que está siendo engañada.

mi placard tiene dos estantes.
uno de ropa de verano y otra de invierno,
pero solo con ropa que uso.

y con cada temporada intento desprenderme de alguna que otra prenda u objeto.

intento ir liviana de equipaje,
pero aún así no lo consigo.

lo que libero por un lado,
lo cargo de prejuicios,
de la mirada penetrante y crítica de un tercero.

siento que estoy siendo observada todo el tiempo,
que mis habilidades están siendo puestas a prueba con cada acto,
y que cada oportunidad puede ser la escalera al éxito... o el tropezón al fracaso.

no me paraliza,
pero en el trayecto de mis pasiones,
me siento pesada.

pesada y disconforme.
anhelando ser más cool de lo que puedo ser naturalmente,
y diferente de la persona que soy.

no es que todo lo mio me disguste,
pero tal vez,
quizá,
últimamente pesen más las cosas que me "pesan" que las que me mantienen ligera,
las que me mantienen "real".