sábado, 19 de diciembre de 2009

llamada de emergencia.

entre el serruchado de la agenda número treinta y pico y la que le sigue, apareció.
incipiente,
sin el mínimo indicio de querer brindarme piedad.

empezó como un mal estar general,
llevó a unos breves minutos de mal humor,
y terminó con una tristeza quasi irreconocible (esta última semana) que derivó en un llamado.

número desconocido.
llamada retenida.
numeral no sé que historia..
al menos en la pantalla del celular aparece así..
y yo,
cuál quinceañera tímida,
lo usé a mi favor.

quería escucharlo.
quería no decir nada.

palabras que callan con silencios que gritan todo lo que hasta ahora nunca tuvo respuesta.

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